En una de las plenarias de la Convención de Entrenamiento, el Apóstol Tommy Acosta hablo: "Tu propósito no es pequeño, aunque tu pasado quiera venir a condenarte, la cruz de Jesús ya te perdono y Su sangre nos justifica y santifica".
Cuando predicamos el verdadero mensaje de Dios somos investidos en autoridad para romper los límites.